Iruzki cerró los ojos y conectó con la musicalidad de los pájaros y de los insectos.+
Iruzki le comprendía perfectamente. Recordando las injustas acusaciones, Iruzki revivía las palabras de Juan como si él estuviese detrás de ella repitiéndole una vez más: “Eres tú la que está permitiendo esto. No crees en mí, me tienes miedo, y ese miedo provoca mis ataques de ira. Te creía más fuerte”
Agobiada, sin darse cuenta, Iruzki agarró el brazo de Edurne queriendo dejar todo aquello atrás.
-Ven, mírame, mírame a los ojos, no está. Estás a salvo conmigo. - le dijo Edurne en voz baja con mucho cariño, sé que no puedes todavía, pero trata de reaspirar. Vamos a repetir la respiración, ahora intenta con los ojos abiertos.
-Veo a tu amigo el petirrojo - dijo Iruzki mientras exhalaba el poco aire que había podido coger.
-Y ahora también es tu amigo. Buscabas este lugar que viene a acogerte. - sonrió Edurne.
Agobiada, sin darse cuenta, Iruzki agarró el brazo de Edurne queriendo dejar todo aquello atrás.
-Ven, mírame, mírame a los ojos, no está. Estás a salvo conmigo. - le dijo Edurne en voz baja con mucho cariño, sé que no puedes todavía, pero trata de reaspirar. Vamos a repetir la respiración, ahora intenta con los ojos abiertos.
-Veo a tu amigo el petirrojo - dijo Iruzki mientras exhalaba el poco aire que había podido coger.
-Y ahora también es tu amigo. Buscabas este lugar que viene a acogerte. - sonrió Edurne.